Tres razones para querer a nuestros primates
Colombia cuenta con 38 especies de primates y es el 6to país en el mundo con mayor diversidad de primates. 10 de estas especies son endémicas y 4 están en peligro crítico de extinción.
Los primates son fundamentales para la biodiversidad, contribuyen a la regeneración de los bosques y la salud de los ecosistemas al dispersar semillas de diferentes plantas en los bosques que habitan.
Conoce a nuestros protagonistas, las 4 especies más amenazadas de Colombia:
Tití Cabeciblanco
Saguinus oedipus
Mono araña café
Ateles hybridus
Churuco Colombiano
Lagothrix lagothricha lugens
Mico bonito del Cauca y Caquetá
Plecturocebus caquetensis
Estos monos viven exclusivamente en los bosques secos del Caribe colombiano. Esto quiere decir que son endémicos y que no se encuentran en ninguna otra parte del mundo, solo en Colombia.
Se distinguen por su frondosa melena blanca, su cola no prensil (no les sirve para agarrarse como si fuera una 5ta extremidad) y la presencia de garras en vez de uñas. Son animales pequeños, de un tamaño parecido a una ardilla. Miden de cabeza a cuerpo de 21 a 26 cm y su cola mide entre 33 y 40 cm, llegando a pesar entre 344 – 557 g.
Viven en grupos de 2 a 9 individuos. Casi siempre la madre da a luz mellizos y el cuidado de las crías se lo reparten entre adultos y juveniles. Tienen una dieta muy variada, se alimentan de frutos, flores, látex y pequeños animales (insectos, ranas, arañas, etc.)
Los titíes tienen un papel importante en la regeneración y estructura del bosque en el que habitan, pues las semillas que han sido tragadas por ellos tienen un 70% de éxito de germinar después de haber sido expulsadas en las heces (Garber, 1986).
Se estima que en Colombia quedan alrededor de 6,000 titís cabeciblancos. Las mayores amenazas son la pérdida de sus bosques y el uso como mascotas, actualmente queda aproximadamente el 8% de su hábitat original debido a la deforestación.
Nuestros aliados de conservación de la Fundación Proyecto Tití adelantan labores de educación, conservación y restauración en el hábitat del Tití Cabeciblanco en San Juan Nepomuceno, Bolívar. Conoce más de su trabajo aquí.
(Ateles hybridus)
Estos monos son unos de los más grandes de centro y sur América y se caracterizan por tener brazos muy largos, cuerpos delgados, un parche de pelo blanco en forma triangular en la frente y una cola prensil que le permite agarrarse de los árboles. La principal característica de estos monos es que tienen solamente 4 dedos en sus manos, de hecho Ateles significa ausencia de dedo pulgar. Su longitud de cabeza a cuerpo es de unos 45 a 50 cm y su cola mide entre 74 a 81 cm. Pueden pesar entre 7,5 y 10,5 Kg.
Normalmente viven en grupos de 4 a 6 monos pero de vez en cuando pueden juntarse para formar grupos de hasta 30 individuos. Generalmente todos los miembros del grupo están emparentados entre sí, no tienen una sola pareja y todos los individuos contribuyen a la reproducción de forma equitativa. Se ha visto que los machos tienden a saludarse más emotivamente y a pasar más tiempo entre ellos, además es poco frecuente que los machos del mismo grupo se agredan mutuamente.
En cambio, las relaciones entre grupos diferentes son bastante hostiles y los machos tienden a defender sus territorios y agredir a otros para expandirse.
Tienen un repertorio de vocalizaciones para poder comunicarse, estas vocalizaciones incluyen llamados de larga distancia, de alarma, de juego, entre otras. Se alimentan principalmente de frutos, hojas y flores y en algunos casos se les ha visto comer madera. Son importantes reforestadores del bosque ya que dispersan las semillas de las frutas que comen. La rápida desaparición de sus bosques ha hecho que estén dentro de los 25 primates más amenazados en el mundo. Sus poblaciones han disminuido un 80% en los últimos 45 años.
En Colombia se han encontrado 4 individuos semi-albinos (leucísticos) de esta especie. Se cree que esto puede ocurrir como una señal de entrecruzamiento entre parientes debido a la dificultad de reproducirse con otros grupos por el poco bosque que les queda.
Nuestros aliados de conservación de la Fundación Proyecto Primates adelantan labores de educación, conservación y regeneración del hábitat del Mono Araña Café en el Magdalena Medio, en Cimitarra, Santander. Conoce más de su trabajo aquí.
En Colombia, hay 2 subespecies de churuco muy similares: el churuco Colombiano, que vive en bosques andinos, en el piedemonte amazónico y en el Magdalena Medio y que está en Peligro Crítico de extinción (L. lugens); y el Churuco Amazónico que es Vulnerable de extinción y predomina en la Amazonía y la Orinoquía (L. lagotricha).
El churuco colombiano es una subespecie de uno de los primates más grandes de las américas, esta subespecie sólo vive en Colombia, es decir que es una especie endémica. Los adultos pueden medir de cabeza a cuerpo de 46 a 65 cm y su cola de 53 a 77 cm, además pueden llegar a pesar entre 5 y 10 Kg. A pesar de ser tan grandes, son muy ágiles y usan su fuerte cola como un brazo más, este tipo de cola se conoce como cola prensil.
Es frecuente ver a los churucos colgados únicamente de su cola al alimentarse, esta tiene una porción sin pelo, asemejando a la palma de una mano, lo que mejora su agarre. Se caracterizan por tener un pelaje denso y esponjoso, por eso también se les conoce como monos lanudos. Viven en grupos de hasta 30 individuos y, gracias a que comen muchas frutas, juegan un papel muy importante como dispersores de semillas y reforestadores del bosque.
Los churucos tienen mandíbulas fuertes que les permiten comer frutos que otros animales no pueden. Generalmente estos frutos son de árboles grandes que son muy importantes para la captura de carbono en los bosques. Además, diariamente pueden recorrer distancias muy largas, llevando las semillas lejos de su árbol original, promoviendo así su dispersión.
Los churucos prefieren vivir en bosques bien conservados y pasan la mayor parte de su vida en el dosel del bosque entre las copa de los árboles. Sus amenazas principales son la deforestación y la pérdida de su habitat y la cacería en menor medida.
Nuestros aliados de la Asociación Primatológica Colombiana y la Reserva La Fortuna adelantan labores de restauración en los bosques en donde habita el Churuco Colombiano, en Medina, Cundinamarca. Conoce más de su trabajo aquí.
Es una de las especies más “nuevas” de Colombia ya que los investigadores la describieron oficialmente en 2010. Miden de cabeza a cuerpo 30 cm y su cola mide 26 cm. Pesan entre 889 y 916 g.
Solamente vive en una región muy pequeña de Caquetá y la bota caucana, en el piedemonte andino-amazónico. Se estima que quedan menos de 500 individuos. Los adultos son territoriales, forman parejas para toda la vida -son monógamos- y viven en grupos pequeños compuestos por una pareja y 1 o 2 crías.
Se alimentan principalmente de frutos, semillas y hojas. Sus actividades diurnas incluyen vocalizaciones (que hacen en duetos), alimentarse, jugar y descansar.
El Mico bonito del Cauca y Caquetá es el primate más amenazado de Colombia, uno de los 25 más amenazados a nivel mundial y se encuentra en Peligro Crítico de desaparecer (Lista Roja IUCN). Las razones de esto son la deforestación de sus bosques y el tamaño del área donde vive. Los bosques en donde habitan enfrentan grandes presiones por deforestación para la implementación de ganadería, agricultura y colonización.
Nuestros aliados de conservación de la Asociación Salvemos Selva y Conservación Internacional Colombia adelantan labores de educación y conservación del hábitat del Mico bonito del Caquetá en Piamonte, Cauca. Conoce más de su trabajo aquí.
